El incierto rumbo de la nación hondureña

Los recientes acontecimientos del país son el claro augurio de que las cosas no han mejorado, ni lo harán, al menos en un muy buen rato, en la nación hondureña.
El “humanismo cristiano”, predicado por el gobierno de Porfirio Lobo, no es más que una perorata sin sentido práctico, dado que no se puede llamar de humanista a un régimen que reprime bajo el uso de la fuerza a la población indefensa.
Precios que suben todas las semanas, servicios públicos más caros y/o en camino a la privatización, excesiva carga burocrática que contrasta con la caída de la economía y la falta de inversiones, dominio de la empresa privada sobre los factores económicos, coacción de los grupos sociales beligerantes (maestros), y desprestigio de los mismos a través de un muy bien dominado sector de telecomunicaciones por parte de la empresa privada.
Si a esto sumamos una agresiva política de eliminación de las libertades individuales emanadas de lo que alguna vez fue la Constitución de la República, tenemos aquí, si no se le puede llamar de otra forma, las “chispas” en crecimiento de un conflicto social que a todas luces se ve inevitable.
El presidente, asesorado por doctorados graduados en el extranjero (en donde han estado la mayor parte de sus vidas y que por lo tanto desconocen la realidad social del país), ignora lo que está pasando. Y digo ignora porque ha cometido algunos errores que han hecho que su administración se cierre sobre sí misma, como ejemplo citaré la creación de un Ministerio Estatal de los Derechos Humanos, inconcebible por el hecho de que el Estado reprime al pueblo y por lo tanto nunca defendería los derechos del mismo. Otro error es la carente representación del pueblo o del Estado, en el fuerte aparato de comunicaciones, o sea, la falta de medios que expresen la opinión popular, que es, en última instancia, el termómetro de la realidad social.
El inútil Partido Liberal, otrora fuerza política por antonomasia, hoy está al borde del colapso, y no puede hacer oposición porque su máximo líder está en el exilio, simpatizando con la oposición “resistente”, y de paso, haciendo lobby para que este gobierno reconozca que las cosas deben cambiar (entiéndase  por esto organizar una asamblea nacional constituyente). Este partido tiene representación en el gobierno de la “unidad nacional” y carece de calidad moral para criticar el gobierno de “Pepe” Lobo.
Mientras eso sucede, el clientelismo político así como el abandono de los programas de asistencia social están dividiendo al país, lo que está a su vez conllevando a una polarización económica y social sin precedentes. Basta con viajar a ciertas zonas de Honduras para darse cuenta que los localismos y regionalismos están cada vez más fuertes, y que esto, sumado a la delincuencia, y específicamente al narcotráfico, está alejándonos del proyecto de consolidación de un estado nacional fuerte.
Pero veamos lo que recientemente ha pasado: los maestros, ese grupo satanizado por quienes quieren privatizar la educación pública, unido a otros grupos que aprovechan el tamaño y la beligerancia de los primeros, está levantando un estado de anarquía positiva, como diría Chomsky, que tiene en jaque al ignorante gobierno, que como “reflejo condicionado”, lo único que hace es “reprimir”, provocando que se alcen voces que ántes tenía calladas por medio de la sarta de mentiras que había construido.
Así las cosas, estos grupos que salen a las calles, e ipso facto son reprimidos por las fuerzas del Estado mismo, transmiten un efecto dominó a todos los sectores que están en descontento: estudiantes universitarios y de media, agricultores, transportistas, etc. Sin duda alguna esto, aunado a los elementos anteriores, trae consigo una interrogante: ¿hacia dónde vamos?
Muchas respuestas pueden esgrimirse en un ansioso afán de saciar la incertidumbre acerca de lo que está ocurriendo. Pero para no pecar de ignorante, he de decir que malos tiempos se aproximan, algo que, todos al parecer, intuimos en nuestros oprimidos corazones de hondureños.

JOSÉ CARLOS CARDONA
Un preocupado y pensativo hondureño de Olancho...

CRÓNICA DE UNA REPRESIÓN

Al unísono el grito fue: ¡Vienen los chepos! ¡CORRAN!

El cielo surcado por los gases dejando su veneno en el aire, la atmósfera se tornó de desesperación: el sonido de las cápsulas mortíferas pesaba como la certeza de un dardo en cada oído, el corrosivo gas se impregnaba en las pieles y ardía como una lamida del Satán Trimegisto  -echar agua era nada más como sentir las aguas del Lete del infierno-, los ojos apenas soportaban el ardor impregnado en el aire con el respirar de los fusiles, las piernas tentaban con no responder y no saltar esa cerca cuando los monos estuvieran demasiado cerca, las manos buscaban alguna piedra, vinagre, algo de agua, una puerta, a Dios, una mano… Lo que sea, con tal de evitar lo que se avecinaba.
Lo que antes era una fiesta social, se tornó en una cacería brutal: Una señora corría con su nieto desesperada –solo andaban comprando pan-, las muchachas de las baleadas perdieron todo –y además fueron bien gaseadas-, el viejo de las paletas corrió y soportó el gas con tal de no perder la carretilla –probablemente a él le hubieran cobrado-, un hombre clamaba desesperado por teléfono una dirección, niños y niñas miraban contrariados y desconcertados, muchas personas se refugiaban despavoridas; el mar de gente se desató.
Avanzaban inevitablemente, los policías antimotines -¿antimotines? Si, antimotines- armados del más caro y sofisticado armamento militar disponible en las altas esfera de la guerra capitalista. Dos tanquetas, cientos y cientos de policías con chalecos antibalas, fusiles M-16, beretas, cascos, sus respectivas municiones, además de decenas de grupos de policías cargando mochilas repletas de gases lacrimógenos –que además, cargaban las patrullas en mayor cantidad-, sus grandes escudos con el “POLICIA” escrito en el frente; ¿listos y listas?-preguntó el comandante o jefe o lo que sea-  Agarremos a pija a estos hijos de puta.
-Dos señoras se desmayaron.
-Se llevaron a dos niños.
-Una recién nacida está grave.
-Esos cabrones nos tiraron bombas lacrimógenas.
-¡Malnacidos!
-Corra mami, corra…
-¡Vamos a hacerles Frente a esos malparidos!
-Se está incendiando el INPREMA.
-Tómele fotos, miré cómo la dejaron sangrando esos perros.
-¡Salgan! ¡No se escondan! ¡Agarren pierdas y tírenlas!
-Ay no, ya nos agarraron.
-¿Le hecho vinagre?
-¡Métanse acá!
-¡Ya vienen! ¡RESISTAMOS!
-¡También están en el otro lado!
Eran frases comunes que se gritaban a todo pulmón y que al instante mismo eran aplacadas por otra similar o más grave. Las personas instantáneamente se convertían en hermanos y hermanas, se cuidaban como haber pertenecido por siempre a la misma familia, todos y todas se preocupaban unos por otros. “¿Estás bien? ¿Todos llegaron bien? ¿Y los otros?” se escuchaba cuando hablaban por celular.
En la televisión se podía ver como las grandes nubes de humo blanco inundaban los edificios y casas aledañas –las personas de estas casas hasta hablaron a las radios para denunciar tal abuso por parte de la policía-. Se podía ver, también, como un grupo de valientes personas se quedaron –a pesar del gas- a lanzarles piedras y dejarles barricadas a los bien llamados Chepos.
“Metámonos acá, aquí no se meten esos chepos” instantáneamente –y a pesar de la cruenta situación- las personas que escucharon tal comentario rieron y le dijeron algunos “Nombre compa, si hasta se metieron a la casa presidencial, ¿Cómo putas no se van a meter acá? Jajaja”. Y no se equivocaban, tal vez no se metieron, pero llenaron totalmente de gas lacrimógeno la calle, hasta lanzaron en los edificios, irrespetando la preciada propiedad privada.
“Se van, apúrense, sálganse de ahí” La gente salía corriendo y buscaba a dónde ir. Portones de hasta dos metros de altura eran ágilmente saltados por señores y señoras que olvidaban su edad y corrían con el último hálito de vida que les quedaba en los envenenados pulmones; no se pudo evitar una que otra caída, pero la adrenalina frenaba todo intento del dolor.
Las calles se tornaban laberintos sin salida, la tanqueta se aproximaba cada vez más, los policías no dejaban de lanzar gases, la gente desesperada gritaba, corrían y retrocedían para auxiliar a alguien, lanzaban piedras y troncos a las calles, hacían llamadas, derribaban los puestos donde se venden los periódicos golpistas, y corrían de nuevo. Los laberintos asfixiaban al igual que los gases.
Se reagruparon todos lo policías y militares, hicieron una última amedrentación –unos últimos gases y toletazos- y se enfilaron de nuevo a las barracas de cerdos y asesinos de donde provienen. Y mientras caminaban por las calles vendedoras de chicles, paleteros, señoras, señores, taxistas, buceros, mangueras, todos y todas, les gritaban: “¡Perros cobardes!”.
¡Perros cobardes, que con el aliento de los fusiles roban la esperanza de los pueblos!
Frente Revolucionario Artístico Contra-Cultural
FRACC
HONDURAS

Un muerto, decenas de heridos y detenidos se reporta por represión en paro cívico

Un muerto, decenas de heridos y detenidos se reporta por represión en paro cívico

De acuerdo al boletín informativo del Consejo Coordinador de Organizaciones Indígenas de Honduras (COPINH), el recuento de las acciones represivas del Estado en lo que va del paro cívico Nacional, ya reportan una persona muerta en el Valle del Aguan, decenas de heridos y muchos detenidos.
El informe señala que en la comunidad de Planes, jurisdicción de Sonaguera Colon, policías y miembros del ejército para desalojar a los manifestantes dispararon sus armas de fuego provocando la muerte de una persona, que hasta el momento no ha sido identificada, debido a que un cordón policial custodia la escena del crimen.

De igual manera señala que doce personas de distintas organizaciones populares resultaron heridas de bala, quienes se encuentran en poder de la policía que no permite que sean recogidas para ser llevadas a centros asistenciales. En la zona también fueron capturados doce manifestantes que son trasladados a la posta policial de Saba.
Detenidos, heridos y muertos en el Bajo Aguan
Detenidos



Muertos
1 persona, se desconoce el nombre

Peronas Heridas y detenidas
Eduardo Rivera
Neptali Esquivel
Elías Gerardo Hernández
Paulino Chávez
Juan Antonio Chávez
Franklin Hernández
Waldina Díaz
Víctor Euceda
Daniel Pérez
1 detenido por militares con rumbo desconocido


De igual manera en Santa Cruz de Yojoa, unas 32 personas fueron detenidas entre ellas, cuentan maestros y otros miembros del Frente Nacional de Resistencia popular. Se informó que un oficial de apellido Pérez, asignado a la Primera Estación de Policía en San Pedro Sula, no permite ni pasar con agua para los detenidos.

Reportes de Comunicación Comunitaria a través del boletín informativo Comun Noticias, señalan que la comunidad de Tacamiche, ubicada en el municipio de La Lima Cortés, fue duramente reprimida por la policía y el ejército. En esta comunidad se reportan 18 detenidos entre pobladores y maestros.

“Arbitrariamente los policías entraron hasta las casas a capturar manifestantes a eso de la 11:30 de la mañana. Los policías prendieron fuego a plantaciones de caña y al monte a las orillas de la carretera. Una tanqueta iba de regreso de El Progreso donde intentaron reprimir se desvío hasta la comunidad de Tacamiche y lanzaron bombas lacrimógenas contra los manifestante que desde tempranas horas mantenían una toma de carretera a las orillas del centro poblado”, refiere Común Noticias.

De igual manera indica que durante el paro cívico nacional convocado por el Frente Nacional de Resistencia Popular, se produjeron capturas y que los vecinos entre padres y madres de familia de Tacamiche resistieron la embestida por una hora más en el bloqueo de la carretera. Los detenidos han sido trasladados a la primera estación de policía de San Pedro Sula
Por su parte la ex diputada del partido Unificación Democrática y miembro del Frente Nacional de Resistencia popular en San Pedro Sula, Silvia Ayala, informó que al menos dos estudiantes de la universidad Nacional Autónoma de honduras en el Valle de Sula, resultaron heridos como producto de la represión de la policía que invadió los predios universitarios para atacar a los estudiantes.
Josué Rodríguez, estudiante de la facultad de medicina y Claudia Margarita Trejo Ayala, hija de la ex congresista resultaron con golpes al recibir impactos de bombas lacrimógenas disparadas por la policía.

El Paraíso fue uno de los departamentos con más actividades simultáneas en el país. Desde ese departamento se reportaron decenas de actividades de distinto tipo que incluyeron tomas de carreteras, manifestaciones multitudinarias y el cierre de muchos centros de estudio.

En Tegucigalpa, un pelotón de al menos 200 policías entre preventivos y cobras, atacaron con gases lacrimógenos a la manifestación pacífica que se realizaba a inmediaciones de la sede del Sindicato de Trabajadores de la industria de Bebidas y Similares (STIBYS). La policía también lanzó gases al interior del Stibys, donde resultaron desmayados varios manifestantes incluida una anciana de aproximadamente 70 años.

Se reportó que al menos nueve estudiantes entre 14 y 17 años de edad de los Institutos Central y Luis Bogran tuvieron que ser llevados de emergencia al hospital Escuela, de los cuales siete fueron dados de alta y el resto permanecen recibiendo asistencia médica.

El Movimiento de Diversidad en Resistencia (MDR) denuncia que hoy, en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras fue capturado Donny Reyes, Coordinador de la Asociación LGTB Arcoíris.

Cabe destacar que las acciones se realizan a nivel nacional con tomas de carreteras, plantones, marchas y la toma de edificios públicos que incluye instalaciones de colegios de educación secundaria y escuelas primarias.

¿Por que resistencia?

Hay una lucha constante entre los que ostentan el poder y los excluidos del sistema. Los poderosos cuentan con armas sofisticadas, medios de comunicación y diplomacia; los excluidos solo cuentan con el hambre, las penas, el dolor y la sed de justicia que los motivan a sacar fuerzas de flaquezas y luchar hasta vencer o morir.

La fuerza de las masas populares es la fuerza de un firme sentimiento colectivo en busca del verdadero avance histórico, aún contra cualquier paradigma religioso, cultural o moral establecido por conveniencia por la clase dominante a través de sus medios de dominación ideológica.