En general el articulo es enriquecedor, pero, es mejor que cada quien haga sus propias conclusiones.
Matrix es ya una de las películas de culto de nuestro tiempo no lo duda prácticamente nadie. Al margen de sus espectaculares efectos especiales y de su atractiva estética, muy diferente a todo lo visto hasta ahora, Matrix guarda en su interior una potencia que le ha hecho encumbrarse ya como un auténtico clásico: la multitud de interpretaciones posibles que pueden hacerse de ella.
Proponemos aquí algunos apuntes para otra interpretación más, en esta ocasión desde el punto de vista socio-político. Para ello comentaremos algunos de los aspectos y personajes fundamentales de la trilogía.
Matrix. En la interpretación política de la saga, Matrix representaría a la sociedad actual: liberal, democrática y capitalista. En ella las personas vivirían felices sin conocer la auténtica realidad. Todos los ciudadanos de Matrix se dedican en el día a día a realizar lo que se espera de ellos: trabajar, criar a sus hijos... Con ello, el sistema se perpetúa y se asegura la estabilidad para futuras generaciones.
La sociedad representada por Matrix socializa a todos sus miembros desde su nacimiento, es decir, les inculca (en la película a través de unos tubos conectados a la espalda) una serie de valores que son los propios en los que se asienta la sociedad. Sin embargo, algunos miembros de esta sociedad no se dejan socializar o se socializan inadecuadamente, de manera que comienzan a plantearse la conveniencia o no de hacer cada día lo que el sistema espera de ellos. Finalmente se oponen al sistema y se salen de él, creando una sociedad al margen representada por Sión.
Matrix es consciente (como demuestra el Arquitecto en la segunda parte durante su charla con Neo) de que no puede socializar correctamente a todos sus miembros, pero cuenta con ello y tiene previstas “medidas de corrección” para acabar con las disidencias antes de que éstas sean capaces de atacar seriamente al sistema. Es por ello por lo que se nos dice que Neo no es el primer elegido en la historia de Sión, sino que antes hubo varios más y que todos fueron destruidos (por Matrix y su sistema de seguridad), al igual que Sión fue destruida varias veces y vuelta a levantar por sus habitantes.
Sión. Representa la extrema izquierda del espectro político. Sus habitantes están fuera del sistema (Matrix) y no participan de él, sino que apuestan por su destrucción completa. Saben, sin embargo, que no es una tarea fácil ni mucho menos. Ellos tienen medios muy limitados y sus victorias se reducen a alguna que otra escaramuza triunfante cada cierto tiempo (similar a los escaparates rotos y las manifestaciones del movimiento antiglobalización), algo que la gente que vive en Matrix ve más como una amenaza que como un movimiento de liberación.
Matrix tolera la existencia de Sión como el sistema tolera hasta cierto punto a la extrema izquierda, aunque cada cierto tiempo, cuando la amenaza crece, se ve obligada a destruirla para que no afecte a los cimientos del propio sistema. Muchos habitantes de Sión mueren entonces, reponiéndose poco a poco con las nuevas generaciones de personas no socializadas que van integrándose con el tiempo en la nueva Sión.
En la sociedad real, podríamos asimilar esta continua destrucción-reconstrucción de Sión a la constante renovación que padece la extrema izquierda, integrada en su gran mayoría por jóvenes que abandonan sus ideas y su actividad con la madurez. Esto ocasiona crisis cíclicas del movimiento, que vuelve a renovarse con jóvenes no socializados que reconstruyen la idealista Sión.
Neo. Es el líder de Sión, esto es, el líder de la extrema izquierda. Como suele ocurrir en estos casos, es considerado por su gente como un libertador, como un caudillo, mientras que Matrix y sus miembros lo ven como una amenaza más o menos seria para el sistema según el momento.
Como los líderes de extrema izquierda (Che Guevara, Lenin, Stalin...), en torno a él se forma un importante culto a la personalidad, presentándosele como el único capaz de guiar a Sión por el camino correcto.
Bien es verdad que esto es común también con la extrema derecha, que acostumbra igualmente a dotarse de líderes carismáticos en los que recaen todas las decisiones y cuyas opiniones no se discuten en ningún caso. Sin embargo, les distingue un aspecto: mientras la extrema izquierda pretende la aniquilación del orden establecido actuando al margen del mismo, desde fuera del sistema, la extrema derecha surge como movimiento interno de defensa del sistema, si bien sus elementos no están controlados por los propios resortes e instituciones existentes.
La muerte de Neo en la lucha final le convierte en un mito para los habitantes de Sión, cuando en realidad lo que ha hecho es “volver a la fuente”, como se dice en la película, es decir, volver a integrarse en la sociedad a la que siempre ha odiado. Algo muy parecido ocurre con determinados líderes de extrema izquierda. El ejemplo más claro de ello es, sin duda, Ernesto ‘Che’ Guevara, convertido en mito por la izquierda pero que realmente ha terminado siendo con los años uno de los grandes iconos de la modernidad en la triunfante sociedad capitalista, a la que él repudiaba.
Como él, Neo muere como mártir de la causa de Sión, lo que le permite seguir siendo un mito para los rebeldes, pero a la vez sucumbe ante Matrix, es decir, ante la sociedad democrática y liberal, a la que no puede vencer y que se vale de él incluso para solventar el problema de Smith (extrema-derecha).
Smith. Es el contrario de Neo, su antagonista. En un primer momento de la saga pertenece al sistema de seguridad de Matrix, lo que podrían llamarse las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, a lo largo de la trilogía se separa de esa senda y, como se diría vulgarmente, se toma la justicia por su mano. Se convierte así en la extrema derecha del aspecto político, es decir, elementos de defensa del sistema pero no controlados por el sistema, lo que los convierte en potencialmente muy peligrosos.
Su ideología va calando cada vez más entre los miembros de Matrix, a los que transforma simbólicamente introduciendo los dedos en el cuerpo de la víctima. Van surgiendo así cientos y miles de Smith, todos con la misma ideología e incluso la misma apariencia (su uniformidad recuerda la vestimenta de los grupos neo-fascistas).
Su crecimiento, al igual que el de Sión, supone una amenaza para el sistema, al que Smith desborda mucho más que Neo y los suyos. Esto se debe a que la apelación a la seguridad, la ley y el orden (apelación que hacen Smith y la extrema derecha) coincide mucho más con los deseos y necesidades de los habitantes de Matrix que la promesa del mundo libre que llega desde Sión, sobre todo porque los habitantes de Matrix creen que ya viven en un mundo libre y Sión no sería más que una amenaza para su actual libertad, además de una sociedad con unas condiciones de vida muy inferiores a la que ofrece Matrix.
Por eso Smith va convirtiendo en clones suyos (entiéndase, personas con la misma ideología) a muchas personas que están dentro del sistema, creando una legión de guerreros dispuestos a acabar primero con Sión y Neo, y después con la propia Matrix mediante la anulación de las personalidades individuales que permite conscientemente el sistema.
En definitiva, el crecimiento del número de Smith es paralelo al de Sión, lo mismo que sucede en términos sociales: cuando crece la extrema izquierda, la extrema derecha hace lo propio en un movimiento de reacción y defensa. Esta defensa, sin embargo, puede suponer a su vez una amenaza importante para la supervivencia del sistema actual.
El Oráculo. Representa el centro-izquierda del espectro político. Como él, está dentro del sistema (Matrix) y no se le ve nunca fuera de él. Sin embargo, simpatiza abiertamente con Neo y la causa de Sión (la extrema izquierda) y le ayuda en cuanto puede en su lucha. Como fuerza integrada en Matrix, conoce bien su funcionamiento, sus puntos débiles y sus puntos fuentes, aunque es consciente de que sus valores no son los mismos que imperan en el sistema.
Merovingio, El Francés. Sería el opuesto al Oráculo, es decir, representaría al centro-derecha. Al igual que el Oráculo, Merovingio está dentro del sistema y forma parte de él, pero en oposición al Oráculo no simpatiza en absoluto con la causa de Sión, que quedaría ya demasiado alejada de él en el espectro político. Merovingio defiende el sistema y está a gusto en él (siempre aparece en mansiones lujosas, dando grandes fiestas y rodeado de mujeres). Intenta destruir, a través de los elementos de seguridad que él controla (equivalentes a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como hemos dicho) la amenaza que supone para el sistema (Matrix) la extrema izquierda.
Merovingio controla además la estación, es decir, la cárcel, donde aparece Neo en la tercera parte. El activista de extrema izquierda Neo es detenido por elementos de seguridad del sistema (controlados por Merovingio) y encarcelado. No se encuentra entonces ni en Matrix (el sistema) ni en Sión (el sistema izquierdista paralelo), sino “a medio camino”, como le dice otro viajero. Poco después será rescatado por Trinity.
El Arquitecto. Es el creador del sistema, el hacedor de Matrix. Como tal no quiere su destrucción, sino su salvación y su perpetuación en el tiempo. Políticamente podría asimilarse a un Jefe de Estado o Presidente de una República. En cuanto que tal, actúa como fundador del sistema, imparcial en la lógica lucha entre adversarios internos del sistema pero implacable como defensor de Matrix contra agresiones externas (Smith y Sión) que pretenden destruirlo. Su papel en la serie se reduce prácticamente a explicar a Neo el funcionamiento de Matrix. ¿Quién mejor que un Jefe de Estado iba a conocer su estructura interna?
Conclusión:
Matrix, asimilado a lo largo de toda nuestra interpretación con el sistema liberal, capitalista y democrático, socializa a todos sus miembros, es decir, les inculca una serie de valores y actitudes idóneas para la propia conservación del sistema. Algunos de esos miembros (los habitantes de Sión en la película y la extrema izquierda en la sociedad real) no se socializan correctamente, es decir, tienen valores distintos y optan por atacar al sistema para destruirlo.
La extrema izquierda, los no socializados, crean una semi-sociedad paralela y se dotan de líderes carismáticos y autoritarios, a los que elevan a la categoría de “elegidos”. El crecimiento de la extrema izquierda provoca una reacción interna de la sociedad (Matrix), en la que van triunfando paulatinamente las ideas de extrema derecha (Smith y sus clones).
Matrix cuenta con este inconveniente, y para ello tiene “medidas de corrección” que se traducen en periódicos ataques (asimilables a redadas e intervenciones policiales y militares en la vida real) para mermar la capacidad de Sión. Sin embargo, los rebeldes siguen creciendo, y la amenaza contra el sistema también, por lo que Matrix, para su salvación como sistema, necesita del choque de los opuestos, es decir, la extrema derecha y la extrema izquierda, y la destrucción de ambos.
De toda la trilogía se deduce que, en general, la sociedad actual tolera mejor a la extrema izquierda que a la extrema derecha. La primera rara vez puede convertirse en un peligro real para la sociedad liberal-capitalista, mientras que la segunda sí puede hacerlo al apelar a elementos de seguridad y orden, es decir, valores profundamente interiorizados en los habitantes de esa sociedad (Matrix) y divulgados por ésta en su constante proceso de socialización de sus miembros.
Para unos y para otros, para extrema derecha y extrema izquierda, queda como enseñanza de la trilogía Matrix una idea que ya manejaba en su tiempo el gran escritor checo Franz Kafka: “En tu lucha contra el resto del mundo, te aconsejo que te pongas del lado del resto del mundo”.
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